Durante un encuentro necesario, dos personajes revisan los momentos que alguna vez compartieron. Sus palabras y gestos, en unas circunstancias que ninguno habría deseado para el otro, volverán a ser puente o frontera entre sus diferentes formas de sentir, y el único alimento necesario o el mejor cobijo contra el paso del tiempo, ante el que solo sabrán defenderse con las verdades que conserva la memoria de sus manos.