Los farsantes
Ana Velasco sueña que le conceden un premio Goya, sin embargo, en la vida real, está muy lejos de ganarlo. Mientras busca oportunidades que le permitan triunfar como actriz, trabaja de monitora de Pilates, hace culebrones y obras infantiles los fines de semana. Diego Fontana es un cineasta de éxito ahora embarcado en una serie que se rodará con estrellas internacionales. Pero un accidente de aviación, al que sobrevive contra todo pronóstico, le obliga a replantearse su carrera. Ana y Diego, cada cual en su órbita, están conectados por una figura: Eusebio, el padre de Ana, un director de cine de culto ya fallecido. Estamos ante una orografía detallada con la precisión de un topógrafo en la que todavía hay lugar para una hendidura más: la acusación que recibe el autor por plagiar el mismísimo texto aquí publicado. A Pablo Remón la trama le sirve de resorte para abordar cuestiones en relación con el éxito y el fracaso, la ambición y el autoengaño; para destripar los mecanismos que nos llevan tanto a luchar por una idea, a veces disfrazada de deseo, como a tirar la toalla. Los Farsantes: una sátir