En Lugar vertical el personaje lírico “es un yo femenino, joven y problemático", según explica la propia autora. El libro está dividido en seis partes: en “Las mañanas”, el personaje se levanta y se pone el mundo por montera, y en “La niña mala”, los versos apuntan hacia su relación incierta con el mundo. La tercera está centrada en la problemática de la propia escritura, y la cuarta está dedicada a los “Pulsos” de la autora, una suerte de poesía visual con dibujos realizados al modo de la escritura automática con una pequeña frase a modo de título. Cierran el poemario unos “Nocturnos” y otros textos sobre lugares que influyen fuertemente en las biografías de las personas.