¿Qué sentirá uno convirtiéndose en perro, en brócoli, en cebolla y en dragón? Pues que se lo pregunten a Pilgrís que, un sábado como otro cualquiera, se ha transformado en todo eso, además de en cactus, balón, berenjena… Lo más alucinante de todo no son estas transformaciones… ni mucho menos, lo más alucinante es que, el grandísimo Orejovsky va a impartir un curso de “Comprenda sus poderes y no permita que le dominen” en Villaconejos Azules, curso que podría salvar a Pilgrís… Pero no sabemos si el niño llegará a matricularse por los pelos… ¿Llegarás a tiempo, Pilgrís? Tranquilo, que una multitud de personas, además de tus amigos, humanos y peludos, se encargarán de animarte y alentarte… o molestarte y entorpecerte, eso según se mire…